Animal en Peligro de Extinción
Lobo gris mexicano (Canis lupus baileyi)
El lobo gris mexicano (Canis lupus baileyi) es una subespecie del lobo, una de las más pequeñas comparado con otras subespecies.
En 1976 fue declarado una subespecie amenazada, y su situación aun así
fue empeorando ya que actualmente está clasificado según la UICN como Extinto en estado salvaje (EW), lo que quiere decir que no existe ningún ejemplar viviendo en libertad.
CARACTERÍSTICAS
Su longitud es de aproximadamente 1´35 m y su altura hasta la cruz es de uno 0´8 m. Su peso varía de los 27 kg hasta los 45 kg.
Es un hermoso animal de hábitos nocturnos, y que como norma general en
los lobos viven en manadas formadas por 5 a 12 ejemplares, siendo una
única pareja la que cría, la pareja alfa. Dan a luz a un promedio de 4 -
6 cachorros en abril o mayo.
Su esperanza de vida es de 8 a 13 años en estado salvaje y de 12 a 15 años en cautividad.
Su pelaje es de color gris a veces con un tinte rojizo.
Se alimentan principalmente de alces, ciervos, pecaríes (una especie de
cerdo silvestre), conejos y roedores; desde principios del siglo XX
debido a la disminución de sus presas naturales como los ciervos se
vieron obligados a atacar al ganado para sobrevivir, lo que produjo
campañas de exterminio por parte de agencias gubernamentales de los
Estados Unidos, así como la caza desmedida de ganaderos mexicanos.
El comportamiento natural de los lobos mexicanos no están bien
documentado, pero probablemente será similar al de otras subespecies de
lobo gris. La razón es que cuando fueron estudiados en su hábitat
natural ya estaban al borde de la extinción y los resultados no son muy
seguros.
A larga distancia se comunican con aullidos y olores, y a corta
distancia mediante el leguaje corporal, facial y algunas vocalizaciones,
de manera parecida a como lo hacen los perros domésticos.
HÁBITAT Y ÁREA GEOGRÁFICA
Hasta no hace un tiempo este lobo se extendía desde el Desierto de
Sonora, Chihuahua y centro de México, hasta el oeste de Texas, sur de
Nuevo México y Arizona central, ocupando gran variedad de hábitats,
desde zonas desérticas y semiáridas hasta bosques templados. De todos
estos, según los estudios realizados, el lobo prefiere los lugares
boscosos (con buena disponibilidad de agua y refugio) que también son
los que cuentan con buenos pastizales para el ganado.
AMENAZAS
La extinción ha sido en gran medida a causa del persistente control para
eliminar a estos animales para que no atacaran al ganado. A lo largo
del siglo XX el número se redujo en México, principalmente por esta
causa; es posible que todavía quedaran algunos cientos en los años 50,
pero en la década de los 70 no había más de 50 ejemplares y sólo
quedaban 10 en los 90. En la actualidad la población de lobos sólo es de
260 entre Estados Unidos y México, todos en cautividad y zonas
controladas.
La modificación de su hábitat también fue un agravante del problema.
MEDIDAS DE CONSERVACIÓN
Para 1979, la USFWS (U.S. Fish and Wildlife Service) crea el Equipo
de Recuperación del Lobo Mexicano. Este tiene como principal objetivo
el aumentar la población existente de lobos mexicanos así como su posible liberación en vida silvestre.
La cría en cautividad se inició en el Arizona Sonora Desert Museum en Tucson, Arizona, ya que se capturaron cuatro lobos en Durango y Chihuahua, creandose lo que más tarde se llamaría Linaje Certificado o Linaje McBride
(LC). Estos fueron tres machos y una hembra preñada. Con el tiempo se
dieron cuenta de que necesitaban más lobos para ampliar el material
genético para que el Plan de Recuperación del Lobo Mexicano continuara
sin problemas causados principalmente por la consanguinidad existente en
este linaje.
Es aquí en donde aparecen por primera vez los nombres de Linaje Ghost
Ranch (LGR) y Linaje San Juan de Aragón (LSJA), lobos que pertenecen a
dos colecciones distintas y que no tienen relación con el LC.
Al irse rebasando la capacidad de carga de las instituciones que se
encuentran participando en el Programa de Cría en cautividad de lobos
grises mexicanos, se comienza a invitar a nuevas instituciones que
dentro de su infraestructura, fueran capaces de albergar mínimo a una
pareja de lobos y su descendencia, o bien grupos no reproductores de un
solo sexo.
Era importante que en México se encontraran nuevos espacios que
permitieran mantener grupos de lobos, ya que solo algunos zoológicos y
reservas naturales mantenían a este tipo de animales en sus
instalaciones.
Actualmente existen alrededor de 90 ejemplares del linaje certificado en
México y la población total, incluyendo a los lobos mexicanos cautivos
en los Estados Unidos y a los de otros zoológicos internacionales, suma
alrededor de 240 ejemplares. Así pues aunque se van consiguiendo
resultados el lobo mexicano aún es considerado como el que requiere
mayor protección a nivel mundial, ya que se le considera el más escaso
del planeta.
En la web de U.S. Fish and Wildlife Service se pueden ver las
actualizaciones de las actividades sobre el terreno en la zona de
recuperación.
Hay un proyecto de recuperación (The Blue Range Reintroduction Project)
a partir de 1998 que establece un área de reintroducción, que tras
conseguir terrenos y firmar en 2002 con la U.S. Fish and Wildlife
Service se convirtió en zona para liberar lobos mexicanos. Según los
datos de U.S. Fish and Wildlife Service, a finales de 2007, la población
silvestre en Arizona y Nuevo Mexico ha crecido a través
de la reproducción natural, las translocaciones, y las introducciones
iniciales, a un mínimo de 52 lobos y 12 manadas.
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